Considerado como un incansable defensor de la democracia, José Agustín Ortiz Pinchetti, titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, ex diputado federal y ex consejero del Instituto Federal Electoral, falleció este sábado en la Ciudad de México a los 87 años de edad.
Ampliamente reconocido por su contribución en distintos ámbitos, el abogado participó en diversas etapas de la construcción del reciente sistema electoral, marcadamente como organizador de los seminarios del Castillo de Chapultepec, a partir de los cuales se delineó la reforma política de 1996 que entre otros aspectos le dio autonomía constitucional al entonces IFE.
Ortiz Pinchetti trabajó también como escritor, ensayista, articulista, profesor universitario, legislador, colaborador de La Jornada con su columna Despertar en la IV República y más recientemente como servidor público.
Nació en la capital del país el 13 de mayo de 1937; desde temprana edad se destacó por su interés por la defensa de la democracia, al participar en el movimiento democratizador del PRI, a finales de los años sesenta del siglo pasado y también defendió las causas contra el fraude electoral en Chihuahua, durante 1986.
Asimismo fue relevante su colaboración con distintas iniciativas en repudio al fraude electoral de 1988; posteriormente se integró al IFE, en el primer consejo ciudadano del árbitro electoral, en la época de participación de otros connotados abogados y politólogos.
Y en coherencia con su ánimo constructor de la democracia, promovió el fortalecimiento del IFE, aunque con la reforma de 1996 fue renovado el consejo general del órgano y dejó esta función.
Luego de algunos años de volver a la consultoría jurídica, en el año 2000 se integró al equipo de Andrés Manuel López Obrador, entonces jefe de Gobierno capitalino, como secretario de Gobierno, donde tuvo especial interés en construir puentes y consensos con integrantes de todas las fuerzas políticas tanto locales como nacionales.
Trabajó arduamente para que el entonces Distrito Federal avanzara en la autonomía operativa y legal.
Más tarde, de 2003 a 2006, como diputado federal, impulsó desde la tribuna de San Lázaro iniciativas para avanzar en la transformación del Distrito Federal hacia una entidad con marco normativo propio.
Tuvo además un papel relevante en la defensa jurídica frente al fraude electoral de 2006, cuando el Tribunal Electoral dio la constancia a Felipe Calderón Hinojosa para el sexenio que concluyó en 2012.
Frente al “fraude”, fue pionero en el movimiento de resistencia encabezado por López Obrador, primero con la construcción de la ‘Presidencia Legítima’ y luego hacia un movimiento de renovación nacional .
Maestro en Derecho Económico por la Universidad Iberoamericana, ejerció su profesión por más de 40 años.
Es autor de los libros La Democracia que viene y Reflexiones privadas y testimonios públicos.
En su última columna publicada en este diario el pasado 28 de julio escribió: «Con sincera humildad, debo mencionar que he tenido la fortuna de observar y participar de manera directa en la larga lucha por la democratización de nuestro país». Su texto íntegro puede leerse aquí.