La tecnología ha provocado que la forma en la cual realizamos las compras cambie, incluso gracias a la tecnología los vendedores han podido incrementar sus ventas, tal vez no sus ganancias en la misma proporción, pero incluso los compradores han comprado más.
Con las crisis, que son y serán recurrentes, los partícipes del mercado han tenido que buscar y desarrollar nuevas formas de satisfacer sus necesidades, unos vendiendo otros comprando. Aunado a las nuevas formar de actuar y de participar en el mercado de las nuevas generaciones, los millenials y la generación “Z”, sin olvidar el vuelco que generó la pandemia del Covid-19, se ha generado que la tecnología participe cada vez más en el mercado y con ella otros actores que sólo han cambiado de vestuario, como lo son los intermediaros financieros.
Desde hace pocos años se ha desarrollado una nueva forma de vender y comprar en línea llamada coloquialmente BNPL, Buy Now Pay Later, compra ahora paga después. Podríamos pensar, sobre todo en América Latina, que esta forma de comercializar es muy común, en las tiendas de abarrotes de los barrios o colonias, donde el vendedor incluso anota tu deuda atrás de un cartoncillo que sirvió de empaque para algún producto, sin embargo, con el BNPL es distinto, sin tener que pagar todo cuando llegue la quincena y además podemos comprar muchas más mercancías que las que tiene el señor de la “tiendita”.
Las compras on-line se han incrementado de manera exponencial desde 1979, cuando se realizó la primera compra – venta por medio de un sistema llamada “videotex”, hasta el 2022. Aquí en México más 63 millones de ciudadanos compraron alguna mercancía por medio del internet en el 2022, con transacciones equivalentes a 528 mil millones de pesos. Con esta nueva tendencia comercial y las nuevas formas de consumir se ha desarrollado el BNPL. El cual es un sistema de pagos en línea, en el cual aparece un intermediario, entre quien compra y el vendedor.
Cuando se realiza una compra – venta por medio del sistema de pagos BNLP, el vendedor recibe de forma inmediata, casi la totalidad de la venta realizada, mientras el consumidor pudo adquirir el producto de forma casi inmediata, sin tener que desembolsar la totalidad del precio, pues gracias al intermediario, quien le cobra una comisión al vendedor, podrá pagar la mercancía en 3 o 4 pagos, sin algún cobro de interés.
Este sistema de pagos le permite al consumidor, que no cuenta con alguna tarjeta de crédito, realizar la compra y el pago a plazos con una tarjeta de débito, incluso la compra puede ser mayor a su capacidad de pago gracias a los plazos que ofrece el intermediario, además de no tener que pagar intereses. Por su parte los vendedores logran aumentar sus ventas al contado, sin necesidad de financiar el consumo de sus clientes, a cambio del pago de una comisión al intermediario que en esta ocasión no es un banco o una institución financiera necesariamente.
Definitivamente la forma en que interactuamos los humanos ha cambiado desde que empezamos a vivir en comunidad y hoy el comercio electrónico sigue transformándose, cambiando, evolucionando con sólo el objetivo de satisfacer nuestras necesidades, aunque algunas las hemos inventado.
Más de 63 millones de mexicanos adquirieron productos o servicios en internet en 2022, lo que significa que 9 de cada 10 internautas adultos compró en línea.
Comercio minorista en México 2022 algo semejante a 27,794 millones de dólares)