En su libro La revolución de la glucosa, Jessie Inchauspé, expone un conjunto de consejos fáciles y pequeños trucos para deshacerse de los antojos y recuperar la energía. Nos habla del papel fundamental que desempeña la glucosa para mejorar todos los aspectos de nuestra vida y enfatiza que lo que comamos importa, pero sobre todo cómo nos nutramos, el orden en que consumamos nuestros alimentos, cuenta, y también la forma de combinarlos. Con los adelantos de la tecnología los científicos han llevado a cabo muchas investigaciones para estudiar cómo nos afecta lo que comemos.
Hoy se puede saber cómo reacciona nuestro cuerpo a la comida en tiempo real. Por ello, un gran descubrimiento de Inchauspé, es que aplanar los niveles de glucosa en nuestro organismo posibilitará mejorar el peso, el sueño, el estado de ánimo, la energía, la piel, etc. También controlar los antojos y retrasar el envejecimiento.
El libro consta de tres partes. Empieza exponiendo qué es la glucosa, de dónde viene y en qué consiste su importancia. Qué pasa cuando nuestros niveles de glucosa se descontrolan. En la segunda parte nos expone qué provocan los altos y bajos de la glucosa en nuestro organismo. El porqué de los antojos, la fatiga, los peores síntomas de la menopausia, la migraña, la mala calidad del sueño. Y con el desarrollo de las enfermedades crónicas, como la psoriasis, la artritis, las cataratas, el Alzheimer, la depresión, la infertilidad, entre otras. Y en la tercera parte nos comparte diez trucos alimentarios sencillos para aplanar los picos de la glucosa.
De lo que se trata es de aprender a controlar los niveles de azúcar en nuestra sangre, mientras seguimos comiendo lo que nos gusta. Cambiar nuestros gustos por los alimentos que hemos saboreado toda la vida, no es fácil, de ello la autora (matemática, bioquímica e investigadora), está muy consciente y no propone dietas, sino que nos apliquemos en la medida de nuestras posibilidades a seguir un orden en la manera de ingerir nuestros alimentos: come primero las fibras, luego la proteína y las grasas, al final los almidones y los azúcares. Es, pues, muy importante el orden en que comamos nuestros alimentos.
El haber estudiado matemáticas y bioquímica le ha permitido analizar y sintetizar gran cantidad de datos nutricionales. Y de esas observaciones, apuntar medidas sencillas para nivelar nuestra glucosa que tenemos en la sangre. El descontrol de nuestros niveles de glucosa en nuestro organismo es en gran medida, la causa de las enfermedades que padecemos: diabetes, síndrome de ovario poliquístico, infertilidad, problemas hormonales, arrugas, cáncer, demencia y enfermedades del corazón, entre otras.
Nos platica de la hazaña de los cactus, que fueron ellos los que iniciaron el proceso biológico más importante del planeta Tierra: la fotosíntesis. Se pregunta, ¿cómo se asomó el primer brote en nuestro planeta? Nos cuenta que antes de los años cuarenta del Siglo XX creíamos que las plantas eran devoradoras de suelo. Pero en esa época Jan Baptiste van Helmont, experimentó plantando un retoño de sauce que pesaba 2.27 kilos en una maceta llena de 90.72 kilos de tierra. Después de cinco años que lo regó, el sauce creció, lo sacó y al pesarlo eran 76.65 kilos. Y el peso de la tierra de la maceta era casi el mismo ¿De dónde salieron los 74 kilos del sauce?
La respuesta la dieron tres científicos: Melvin Calvin, Andrew Benson y James Bassham: del proceso de transformar el dióxido de carbono y el agua en glucosa utilizando la energía del sol. Se llama fotosíntesis. Esto es la habilidad de transformar el dióxido de carbono y el agua (no la tierra), usando la energía del sol, en una sustancia que se llama glucosa.
Cada una de nuestras células necesita glucosa como energía para desarrollar su función que le corresponde. Las del corazón la necesitan para contraerse y las del cerebro para activar las neuronas. Y así, cada segundo, nuestro cuerpo quema 8 millones de moléculas de glucosa. Pero como no somos plantas, no podemos hacer glucosa del aire y del sol, la manera más común es de los alimentos. Pero hay un problema, nuestro organismo no puede procesar la glucosa que le proporcionemos de más. He ahí el problema, por eso hay que saber cómo es la mejor manera de adquirirla. Y de eso nos habla en su libro La revolución de la glucosa, Jessie Inchauspé.
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