Lola busca dar visibilidad a la lucha histórica de las personas homosexuales y al ingenio lingüístico de Federico García Lorca
En la columna «Epento del orgullo gay» de Lola Pons Rodríguez para El País de España, se explora cómo Federico García Lorca utilizaba un lenguaje secreto para nombrar su identidad sexual en una época donde ser homosexual era motivo de persecución. La autora destaca la relevancia de las palabras inventadas por Lorca, como «epéntico» y «epentismo», y cómo estas servían para comunicarse de manera segura sobre temas homosexuales.
Lorca, conocido por su genialidad poética y su habilidad para crear nuevas metáforas, también innovó en el ámbito del lenguaje privado para expresar su orientación sexual. En los años veinte, mientras se imponían discursos nacionalistas y excluyentes, Lorca creaba estos términos para mantener su identidad en secreto, pero también para compartirla con amigos de confianza. Usó estas palabras en cartas y conversaciones privadas, logrando que su significado fuera comprendido solo por aquellos que pertenecían a su círculo cercano.
Las palabras «epéntico» y «epentismo» se mencionan en varias cartas y memorias de amigos de Lorca, como Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y Carlos Morla Lynch, quienes entendían y compartían su secreto. En una carta de 1934, Lorca hablaba de la «gran masonería epéntica» y de cómo era una epidemia en Granada. Incluso en sus escritos públicos, Lorca hacía guiños a su comunidad mediante el uso de estos términos, lo que levantaba sonrisas cómplices entre los que conocían su significado.
Lola Pons Rodríguez subraya que, aunque la relación etimológica de «epéntico» con «epéntesis» (inserción de un sonido dentro de una palabra) no sea clara, lo importante es la construcción y el significado que Lorca le dio. La terminación en «-ico» y su forma esdrújula evocan rareza y son fáciles de recordar, lo que las hace efectivas para su propósito secreto.
La autora propone rescatar y reivindicar estas palabras en el contexto moderno, especialmente durante el mes de junio, cuando se celebra el Orgullo y el nacimiento de Lorca. Sugiere usar «epento» en lugar de «evento» para las celebraciones del orgullo, como un tributo a Lorca y su capacidad de crear un lenguaje propio. Esto no solo honra su memoria, sino que también desafía la historia de silencio y culpa que ha acompañado a las identidades homosexuales.
Al recuperar y difundir estos términos, Pons Rodríguez busca dar visibilidad a la lucha histórica de las personas homosexuales y al ingenio lingüístico de Lorca, rompiendo con siglos de represión y promoviendo un orgullo que celebra tanto el presente como el pasado.