La paradoja de la igualdad de género muestra que la igualdad de derechos entre mujeres y hombres trae un menor número de mujeres que se dedican a la ciencia. Las repercusiones de esta contradicción se aprecian en toda la sociedad.
Cuanto más igualitario es un país, menos mujeres hacen matemáticas. Es la llamada “paradoja de la igualdad de género”, que se extiende a otras disciplinas donde las matemáticas juegan un papel importante como la física, la informática o las ingenierías.
El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia nació en 2016 para promover la participación igualitaria de las mujeres y las niñas en las disciplinas científicas. Pero, ¿debemos elegir entre igualdad de derechos e igualdad en la ciencia?
Parece obvio que no, pero la confirmación no llegó hasta finales de 2020. Entonces, un estudio corroboró las sospechas de la comunidad científica: la paradoja se debe al estereotipo que asocia las matemáticas con los hombres. Este estereotipo es más acusado en los países más igualitarios y desarrollados, de ahí la paradoja. El estudio se publicó en una de las revistas más prestigiosas a nivel mundial, Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La igualdad cambia las normas
Podría parecer que el crecimiento económico y, sobre todo, la igualdad de género en cuanto a los derechos moderan las normas sociales de género. Pero este trabajo muestra que no es así. En realidad, cuando los derechos de mujeres y hombres se igualan, las normas de género simplemente cambian. Se obtienen diferencias sociales más horizontales entre unas y otros, como es la elección de carreras universitarias.
Efectivamente, numerosos estudios constatan que estos estereotipos de género existen. Es más, están tan arraigados en la sociedad que comienzan a edades muy tempranas, al menos desde los seis años. Tanto niños como niñas piensan que a las niñas les interesan menos las materias técnicas, como la ingeniería o las matemáticas. También piensan, aunque en menor medida, que los niños tienen más habilidad para estas materias que sus compañeras.
Es más, cuanto más fuerte es la creencia entre las niñas de que a ellas les interesan menos las materias relacionadas con las matemáticas, menor es su sentimiento de pertenencia a estas disciplinas. Por eso, llegada la hora de elegir, se acaban decantando por otras materias.