El Ejecutivo plantea limitar la publicidad de marcas alcohólicas en los entornos frecuentados por menores. Preguntamos al sector y la medida, a priori, confunde y preocupa
Sillas, mesas, sombrillas, servilleteros, ceniceros, toldos y rótulos de Estrella Galicia, Mahou, Cruzcampo, Alhambra, Ámbar, Estrella Damm o San Miguel podrían tener los días contados. Todos aquellos que estén situados junto a parques infantiles, polideportivos o piscinas, si se aprueba el anteproyecto del Gobierno para eliminar la publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública, serán eliminados por estar en el entorno de lugares frecuentados por menores.
El mobiliario estampado con las marcas de las cervezas más populares son parte del imaginario colectivo en las plazas de los pueblos de toda España. Formaban parte del material exterior que las grandes marcas suministran a sus asociados y franquiciados, entre otros artículos como mecheros, llaveros, abridores, camisetas… ¿Quién no tiene en casa alguno?
Si en Madrid predominan las sillas rojas de Mahou, en Andalucía es el logo de Cruzcampo el que manda. San Miguel, en cambio, ocupa playas y calas de Baleares, mientras que en Galicia es omnipresente la estrella de Hijos de Rivera, la corporación tras la marca Estrella Galicia. En junio, la cervecera gallega presentó un diseño propio para su mobiliario exterior —mesas, sillas y taburetes altos— a base de madera de palets usados y aluminio reciclado de sus latas —245.000 de 33 centilitros— para los establecimientos de cerveza de bodega como parte de su compromiso «con la economía circular».
¿Y qué opinan los hosteleros de la propuesta del Gobierno? Hemos preguntado en media docena de bares y restaurantes en el frente marítimo de una ciudad gallega, donde uno de los atractivos es que los bares están cerca de espacios verdes y zonas de juego infantiles. La medida o no se conoce, la minusvaloran, genera confusión o no ha caído bien.
«Pues entonces que quiten el parque», sentencia Manolo, concesionario de La Ranita, en el Puerto de Ferrol, con las mesas de Estrella a dos metros de la verja multicolor de un parque de niños. «Yo llevo aquí 30 años y el parque lo acaban de poner», se despacha, aunque unos minutos después razona que hará «lo mismo que hagan todos».
«Tendrán que ser las empresas las que nos quiten las marcas de las mesas para poder cumplir, ¿no? Ya lo que me faltaba era quedarme sin las sillas», se lamenta otro propietario en la fachada marítima de Curuxeiras. A su lado, en la Taberna del Puerto, la encargada señala que no tiene ninguna información al respecto. En la misma tesitura están otros dos locales con grandes terrazas en una pequeña plaza a escasos diez metros de una zona de juegos para los más pequeños.