Un grupo de migrantes ingresó a México el sábado contra el tráfico de peatones en el puente internacional entre El Paso y Ciudad Juárez minutos después de ser deportados de Estados Unidos bajo la nueva prohibición de asilo de la administración Biden.
Los venezolanos, en su mayoría de veintitantos años, fueron expulsados en virtud de la proclama del 5 de junio que aceleraba las deportaciones de la mayoría de las personas que cruzaban la frontera ilegalmente.
En una escena que mostró tanto los peligros como las promesas del nuevo enfoque del presidente Joe Biden, los deportados que cruzaron la frontera sólo unos días antes en un calor mortal de tres dígitos, pasaron junto a otro grupo de migrantes con maletas con ruedas que hacían fila.
‘ÚNICA OPCIÓN’
El presidente estadounidense Joe Biden, un demócrata, ha endurecido su postura sobre la seguridad fronteriza después de que la inmigración emergiera como un tema principal antes de las elecciones del 5 de noviembre, donde se enfrentará a su predecesor, el expresidente republicano Donald Trump, quien promete una amplia represión migratoria si reelegido.
Biden anunció el martes un programa de legalización para inmigrantes que se encuentran ilegalmente en el país y que estén casados con ciudadanos estadounidenses. La medida tenía como objetivo respaldar un mensaje de campaña de que difiere de Trump en su apoyo a un sistema de inmigración más humano.
Por ahora, la restrictiva política de asilo de Biden, combinada con una aplicación más estricta de la inmigración por parte de México, parece estar reduciendo los cruces.
Las detenciones cayeron justo por debajo de 2.500 el domingo, la cifra diaria más baja desde febrero de 2021, según un alto funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. que solicitó el anonimato para discutir cifras preliminares.
Las detenciones superaron las 1.450 citas de CBP One que, según funcionarios estadounidenses, estaban disponibles diariamente en ocho cruces fronterizos.