Un grupo de políticos, exfuncionarios, académicos y dirigentes de organizaciones no gubernamentales presentaron en el World Trade Center de la Ciudad de México a un nuevo grupo denominado México Colectivo que aboga por el bien y progreso de nuestro país y propone soluciones para muchos de los problemas que en mayor o menor grado nos afectan a todos.
En el evento dieron a conocer un documento de 52 páginas titulado Punto de Partida en donde exponen sus propuestas.
Los organizadores de México Colectivo explicaron que su objetivo es ofrecerles a los ciudadanos “un espacio de participación plural y diversa” en donde “habrán de reunirse ‘personas de todo el país y de todos los sectores de la sociedad’”.
Hubieran añadido que de todas las edades, a menos de que de inicio acepten ser incapaces de atraer hacia su causa a los 61.3 millones de mexicanos que hoy tienen entre 15 a 45 años que pertenecen a la denominada Generación Y o de los Millenials (nacidos entre 1980 y 1994) y a la llamada Generación Z o Centennials (nacidos entre 1995-2012), quienes representan al mayor grupo de votantes del país.
Y es que será muy difícil que los Y o Z sean atraídos por individuos con quien difícilmente se identifican porque pertenecen a la llamadas Generación Silenciosa (nacidos entre 1925 y 1945) y Generación de la Posguerra o de los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964).
Entre los que convocaron el evento de ayer había cuatro de la Silenciosa y cuatro Baby Boomers.
Los de la Silenciosa: Cuauhtémoc Cárdenas, de 88 años; Francisco Labastida, de 80; Clara Jusidman, de 80 y; Diego Valadés, de 77.
Los Baby Boomers: Francisco Barnés, de 76 años; José Narro Robles, de 74; Dante Delgado, de 74 y; Patricia Mercado, de 65.
Todos ellos han tenido carreras relevantes que pocos de quienes son menores de 45 años conocen. En su momento fueron personajes de la política y de la academia, pero seis de los ocho están en el retiro que la edad y el cambio de circunstancias le imponen a cualquier persona. Solo Delgado y Mercado, que son senadores por Movimiento Ciudadano, participan activamente en la política del país.
A pesar de que en el pasado algunos de ellos fueron adversarios (Cárdenas y Labastida fueron candidatos del PRD y PRI, respectivamente, en la elección presidencial de 2000) o promovieron causas distintas, hoy a todos los une la preocupación que les causa la forma de gobernar del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien Cárdenas y Delgado apoyaron en sus campañas presidenciales de 2006 y 2012.
Todos fueron funcionarios de alto nivel, tres fueron gobernadores (Cárdenas, Labastida y Delgado), dos rectores de la UNAM (Barnés y Narro), dos secretarios de Estado (Labastida y Narro) y uno ministro de la SCJN (Valadés).
El problema de cada uno de ellos es que no dejaron una huella significativa por donde pasaron; desperdiciaron la oportunidad que tuvieron para transformar positivamente lo que tuvieron a su cargo, fuera un estado, una universidad, un tribunal o cualquier otra institución.
Hoy, cuando casi todos ellos están en el ocaso de sus vidas, desean encabezar un movimiento que transforme al país. Lástima que, fuera de sus discursos, no lo hicieron durante sus años de plenitud, poder e influencia.