Tras el derrame petrolero atribuido a la erupción volcánica en Tonga, playas y fauna de Perú quedaron gravemente afectadas. Expertos exigen que Repsol asuma responsabilidad y dicen que el daño podría durar una década.
El vertido de 6.000 barriles de petróleo en la costa central de Perú se produjo el sábado (15.1.2022), pero la catástrofe ambiental se sigue extendiendo. El derrame ocurrió durante una operación de descarga de la refinería La Pampilla, ubicada en Ventanilla, un distrito de la provincia de El Callao, aledaña a Lima. Repsol, empresa operadora de la refinería, atribuyó el hecho al “oleaje anómalo” producido tras la erupción del volcán subterráneo en Tonga.
El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al ministerio del Ambiente peruano, informó que, hasta el momento, el área dañada es de un millón 739 mil metros cuadrados y estimó que dicha cifra podría incrementarse con el transcurso de los días.