En Coahuila, el Partido revolucionario Institucional ha tenido buena suerte. Algunos, lo consideran como que han tenido “buenos negociadores”. Ya construyeron, una alianza para ir juntos con el PAN y el PRD, lo que les agrega 15 puntos, a los 25 propios, en su potencial electoral. También, persisten las versiones acerca de un trato de las élites priistas, con AMLO, para ceder la Joya de la Corona, el Estado de México, con sus 12 millones de votos y su presupuesto anual de 300 mil millones de pesos. En contraste, la lista nominal de Coahuila, apenas supera los 2.2 millones de padrón y su presupuesto ronda los 60 mil millones.
Suena a un intercambio disparejo. Sin embargo, ni a Alfredo del Mazo, gobernador del Edomex, ni menos a Alejandro Moreno, presidente del PRI, parece interesarles el futuro de los despojos del tricolor. Ellos quieren salvarse de los problemas judiciales, y dedicarse a disfrutar de sus enormes fortunas, en el país de las amplias bases sociales priistas y morenistas, integradas por los más pobres. Ellos ya saben, a la perfección, que su partido está perdido y semidestruido, tal vez para siempre. Es tiempo de elecciones y traiciones.
Por lo pronto, si gana en Coahuila, el tricolor deberá cogobernar con sus aliados panistas. Manolo Jiménez, se perfila para ser gobernador si no se equivoca en la campaña. Hasta el momento, lo ha hecho bien. Aunque, su paso por la alcaldía de Saltillo no fue brillante, tampoco fue mala su actuación, sacaría un 8 de calificación.
Algunos observadores señalan, que los priistas de la capital del estado andan muy confiados. Ellos consideran, que Guadiana y Morena ya están perdidos y que todo será muy sencillo. Arguyen, como evidencia, que, en las listas de candidatos a diputados, de la región sureste, mandaron a los familiares de los veteranos priistas que han estado en el poder por décadas.
Habrá que ver si los votos útiles, anti-AMLO, de los clasemedieros en favor de Manolo, también caen en favor de la alianza a la hora de votar por diputados, o se van para otros lados. Será interesante seguir está contienda, tiene buenos ingredientes, como la intriga de los arreglos cupulares, la intensidad de Ricardo Mejía, el drama de Armando Guadiana y el triste papel de la ruptura de los morenistas. Veremos.