Un 60% de los hombres no se revisa la próstata. La mayoría, por miedo al tacto rectal. Mientras, un 76% de mujeres pasa por la prueba de cervix.
Milán daba por cerrada esta semana la 23º. edición del Congreso Anual de la Asociación Europea de Urología. En él, se han presentado los resultados de un estudio que confirma que el tacto rectal no es una técnica útil para el cribado poblacional de cáncer de próstata. La investigación corrobora algo vox populi para los expertos en urología, pero sirve para poner sobre la mesa un asunto que parece tabú, los prejuicios que enfrentan los hombres a según qué pruebas.
La conclusión no es propia, sino que parte del propio estudio: «El tacto rectal no sólo no es útil para detectar el cáncer, sino que puede ser una de las razones por la que las personas no acuden a las consultas de detección. Probablemente, desanima a muchos hombres«, sentencia la investigación.
«Estoy completamente de acuerdo. Los pacientes dejan de venir al urólogo por el tacto rectal«, confiesa a EL ESPAÑOL Carlos Núñez, jefe del servicio de Cirugía Urológica del MD Anderson Cancer Center de Madrid. «Hay veces que, cuando se le menciona al paciente ‘tacto rectal’, se ve que se pone tenso» prosigue el doctor.
En Alemania, por ejemplo, el país donde se ha realizado el estudio antes citado, la tasa de participación de hombres en los programas de cribado es inferior al 20%. «Esto es porque allí sólo usan el tacto rectal como cribado, algo que es absurdo», añade Núñez, que insiste en que hay otros métodos más efectivos, como la PSA o la resonancia magnética, aunque sí considera que, al menos una vez en la vida, hay que pasar por la prueba.