El Congreso de Estados Unidos divulgó esta semana nuevos datos que muestran que, en sus tres primeros años como presidente, Donald Trump pagó 1,1 millones de dólares al Servicio Interno de Rentas (IRS) y que en 2020, el último año que ocupó la Casa Blanca, no pagó nada.
El martes, un comité de la Cámara de Representantes también reveló que el IRS no auditó a Trump durante sus primeros dos años en la presidencia, a pesar de que hay una regla que obliga a hacerlo. Pero, como informó nuestra cobertura, el reporte “no dejó claro si dicha laguna reflejaba una disfunción generalizada o si Trump recibió un trato especial”.
Ahora existen muchas dudas sobre las tácticas empleadas por Trump durante su presidencia para disminuir los impuestos que pagó y sobre las labores realizadas por el IRS para llegar al fondo de las deducciones presentadas en sus declaraciones de impuestos.