En 2019 la comunidad de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) actualizó su Estatuto Universitario, mismo que permaneció inalterado por más de 43 años. El procedimiento para modificarlo era el obstáculo, ya que después de debatir en asamblea, en cada una de las 59 unidades académicas, se tenía que hacer lo propio en el Consejo Universitario, y de los 354 integrantes de dicho órgano, por disposición reglamentaria, se debía asegurar una asistencia de las tres cuartas partes. Una vez instalado, se procedería a la discusión de las propuestas acordadas en cada asamblea estudiantil y de docentes. Las modificaciones al Estatuto debían ser aprobadas al menos por dos terceras partes de los presentes en la sesión del Consejo Universitario y, en fecha posterior, someterlas a un plebiscito para que las votara la comunidad de estudiantes y docentes, esto es, más de cuarenta y un mil personas.
Después de un proceso de análisis y debate en el seno de la Universidad, el 23 de mayo de 2019, el 88% de la comunidad aprobó la actualización del Estatuto Universitario. Esta gran Reforma Estatutaria obligaba a que, en el año 2020, la UAdeC implementara una Reforma Académica Universitaria y un Nuevo Modelo Educativo, para que así se pusiera a tono con el desarrollo de la estructura productiva y con el proceso de atracción de empresas al estado de Coahuila. Esto no fue posible porque la pandemia del COVID-19 le planteó otros retos a la UAdeC.
Una vez que cedió la pandemia, la comunidad universitaria puso manos a la obra para contar con una legislación académica actualizada. Tarea que la Universidad llevó a cabo en el 2021 con la aprobación de la Reforma Académica Universitaria, en donde uno de los ejes era precisamente la reforma de todos los reglamentos que tenían relación con el proceso académico, tarea que hoy ha quedado completa con la autorización por el pleno del Consejo Universitario de la semana pasada, del Reglamento Académico General, que fusiona y reforma 13 reglamentos existentes.
Desde la aprobación de la Reforma Académica Universitaria, por parte del Consejo Universitario a finales de 2021, se comenzó a trabajar en la modernización de 13 reglamentos que regían la trayectoria académica de las y los estudiantes. Dichos reglamentos, no sufrían cambios importantes desde la década de los 80 del siglo pasado. De hecho, muchos de los procesos académicos, por las necesidades propias de la institución, ya no podían hacerse tal cual lo estipulaban los instrumentos jurídicos. Por ejemplo, ninguno de ellos hablaba del uso del internet para realizar trámites académicos, presentar exámenes o realizar pagos, por lo que era necesario incorporarlo a la legislación.
En vez de reformar por separado cada uno de los 13 reglamentos, se consideró que era mejor integrar y fusionar los mismos en un gran Reglamento Académico General, porque ello acabaría con un problema recurrente, los estudiantes y docentes tenían que buscar lo que requerían en muchos cuerpos normativos, pero al estar ahora toda la regulación en un mismo sitio, es más sencillo encontrar la información. Además, había muchos aspectos que no se habían regulado antes y en lugar de pensar en generar nuevos reglamentos, incorporamos estos temas al Reglamento Académico General, ejemplo de ello son las salidas laterales, las tutorías, la investigación, la enseñanza de idiomas, las actividades extracurriculares, el seguimiento a egresados, entre otros.
De forma que en este cuerpo normativo, cualquier integrante de la comunidad universitaria podrá encontrar todo lo relativo a las inscripciones, becas, evaluaciones, servicio social, prácticas profesionales, movilidad nacional e internacional, revalidaciones, titulación, bachillerato, educación a distancia, posgrado e investigación. Una de las últimas adiciones a este Reglamento fue precisamente lo derivado del caso de la Ministra de la Suprema Corte acusada de plagio, en donde se debe contar con los instrumentos jurídicos necesarios para invalidar un título expedido hace años, pero que se haya obtenido mediante plagio. Hoy la Universidad cuenta con un Reglamento Académico muy sólido, que se encuentra alineado al Estatuto Universitario y, de hecho, a partir de esta modernización a la legislación académica, será posible acelerar la implementación del Modelo Educativo.