Durante los siglos XIX y XX vivió un economista europeorealizó grandes contribuciones a la economía y cuyas ideas se siguen utilizando hasta en nuestros días, me refiero a Vilfredo Pareto.
Uno de esos principios, el cual es importante no únicamente para la ciencia económica, es el conocido como principio de Pareto, también llamada como la regla 80-20, la cual a pesar de ser empírica tiene aplicación en la toma de decisiones de las empresas, del gobierno, en la productividad, sociología, informática, en la guerra y hasta en la vida diaria.
Esta idea desarrollada por el economista, italiano nacido en Paris así es nació en Francia, pero es italiano, sostiene que el 20% de las causas generan el 80% de las consecuencias, llegó a esta conclusión empírica en 1896 cuando observó que el 80% de la tierra de Italia estaba en posesión del 20% de la población y al darse cuenta de que el 20% de las plantas de su jardín producían el 80% de los frutos. En palabras llanas y sin tanto números Pareto descubrió que una pequeña cantidad de elementos generan la mayoría de los resultados.
A pesar de ser un principio desarrollado a finales del siglo XIX hoy sigue teniendo presencia, a pesar del avance tecnológico de la nuestra sociedad, por ejemplo, el 80% del material que existe en las redes sociales es desarrollado por el 20% de sus usuarios, por supuesto hay ejemplos que no cambian como el de la distribución de la tierra donde el 80% de las tierras está en posesión del 20% de la población.
El teorema de Pareto nos ayuda a aumentar la productividad de las empresas, de los individuos y de las organizaciones, a tener un mayor beneficio, a utilizar los recursos disponibles de una manera más eficiente y hasta para simplificar la vida.
La economía es una ciencia social que gira en función de la satisfacción de las necesidades de los individuos, aunque no conozcamos las teorías, teoremas o principios su aplicación en el día a día se presenta. El conocer ideas de la ciencia económica nos permite obtener el mayor beneficio posible con el menos costo, y el principio de Pareto es un claro ejemplo de ello.