La persecución penal del presidente contra Ancira ha llevado a la ruina a la acería Altos Hornos, dejando a miles de familias coahuilenses sin sustento,desde hace un par de años, en las regiones Centro y Carbonífera.
Las decisiones de Andrés Manuel arruinan regiones de Coahuila. El pleito personal y jurídico, entre Alonso Ancira y López Obrador, queda para la historia como un conflicto tóxico. Como una revancha presidencial, contra un empresario cuestionable, que arruinó por años la vida de por lo menos 20 mil familias en la zona Centro – Carbonífera de esa entidad.
La persecución penal, que desató el tabasqueño, contra el accionista mayoritario de Altos Hornos, una de las mayores acerías de Latinoamérica, se encamina a terminar con una enorme fuente de empleos formales. Los daños en este rubro, se calculan en más de 70 mil empleos, 17 mil directos y unos 60 mil indirectos. Es decir, cerca de un 10 por ciento de los empleos formales de que se generaron en México durante 2023, que fueron 651 mil nuevos registros en el IMSS. El gobernador, Samuel García, presume la generación de 30 a 35 mil empleos, directos e indirectos, del clúster de Tesla en Nuevo León, para darnos una idea de la magnitud de AHMSA y el daño causado.
En Coahuila, la dirigente panista, Elisa Maldonado, reprochó que López Obrador manejó, durante esta crisis “un doble discurso, y que cuando visitaba al estado se comprometía a resolver la situación, pero desde la ciudad de México negaba esta posibilidad”. “Un capricho, un arranque dictatorial, un berrinche, ha llevado a la destrucción de una empresa”, agregó la líder monclovense.
El presidente está más cerca de Venezuela que de la democracia mexicana
Andrés Manuel, está más cercano al dictador, Nicolás Maduro, que a la democracia. Sistemáticamente, sale en defensa del venezolano. Aunque, todo parece indicar que el presidente de ese país sudamericano fue derrotado aplastantemente, por sus opositores. Una serie de países del mundo han pedido aMaduro que demuestre su victoria con las actas y no solamente con verborrea y la complicidad del organismo electoral de su país. No lo ha podido hacer.
En contraste, ante las protestas opositoras, ha reaccionado con violencia, detenciones y balas. Ya van miles de encarcelados y más de 20 asesinados durante las manifestaciones contra el fraude electoral. Ni Maduro ni López Obrador son de izquierda, son personajes que se revelaron como políticos enamorados del poder y destructores de la democracia.
En tanto, la inseguridad arrecia al final del sexenio de los abrazos. Cientos de chiapanecos se refugian en Guatemala. Más de 100 mil mexicanos emigraron a los Estados Unidos. La cifra de homicidios dolosos rebasa las 192 mil en el sexenio. La deuda gubernamental creció aceleradamente, la carestía y la escasez de medicamentos y falta de servicio médico agobian a las familias; y, las obras insignia del presidente resultaron caras, poco eficientes, incompletas y serán enormes pasivos en el corto plazo. La corrupción morenista ya igualó a la de los priistas, sus personajes ya acumulan fortunas legendarias. En lo político, con la complicidad del INE y el Tribunal Electoral, AMLO y Sheinbaum ya preparan el asalto final a la democracia y la consolidación de un régimen autoritario. Es un cierre intenso. Veremos.