El papa Francisco nombró este sábado 20 nuevos cardenales en una ceremonia en la basílica del San Pedro en el Vaticano, en el primer consistorio que tiene lugar en pleno agosto y que otorga al colegio cardenalicio una mayor representación de todas las iglesias, con la mirada puesta en el día en que la Iglesia tenga que designarle un sucesor.
«Un Cardenal ama a la Iglesia, siempre con el mismo fuego espiritual, ya sea tratando las grandes cuestiones, como ocupándose de las más pequeñas; ya sea encontrándose con los grandes de este mundo, como con los pequeños, que son grandes delante de Dios», dijo el papa en su homilía.
El Pontífice argentino, de 85 años, que lidia con algunos problemas de salud y no descarta renunciar si empeoran sus achaques, prepara el futuro de la Iglesia con la «creación», según el término religioso, de estos 20 cardenales, 16 de ellos con derecho a votar en el cónclave que designará al próximo papa.