Con motivo del aniversario, el museo celebra este fin de semana una jornada de puertas abiertas y ha ideado una completa programación de actividades
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza cumple tres décadas de vida: un periodo que comenzó con la euforia de la llegada de la colección del barón a España, pasó una fase incierta hasta la firma del alquiler de la colección Carmen Thyssen y ahora afronta una etapa de estabilidad y mira al futuro.
Treinta años del museo de todos
El museo quiere aprovechar la ocasión para reforzar la idea de que se trata de un museo nacional, o «el museo de todos». Así se titula el ‘podcast’ que el museo ha lanzado con motivo del aniversario.
A mediados de los ochenta, el barón Thyssen comenzó los contactos con el Gobierno español para la llegada de su colección en España, descartando otros lugares como Suiza o Inglaterra. Finalmente, el museo abrió sus puertas el 8 de octubre de 1992.
El Gobierno rehabilitó el Palacio de Villahermosa y allí se instalaron casi 800 obras de su colección en la que maestros antiguos como Rembrandt, Caravaggio, Durero o Carpaccio conviven con Van Gogh, Degas, Picasso, Hopper o Freud.
La historia de la colección es también la del propio barón Thyssen-Bornemisza, un acaudalado hombre de negocios que encontró en el arte una de sus grandes pasiones.
«La gran pasión de su vida fue la pintura. En sus memorias dice que le ayudó a sobreponerse de reveses tanto sentimentales como de sus empresas», explicaba el año pasado a EFE Juan Ángel López-Manzanares, conservador del museo y responsable con motivo del centenario del barón el año pasado.