Hace cinco años, cenando en una taquería en Monclova con mi amigo Lázaro Falcón Franco, doctor en Ciencias de la Metalurgia y de Materiales, investigador de la Facultad de Metalurgia de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), me comentó categóricamente que en la UAdeC no había ningún investigador como su profesor y asesor de su tesis doctoral, que tuviera el número de citas de sus trabajos de investigación por parte de otros investigadores. Remató diciendo que su profesor, el doctor Arnoldo Bedolla, de la Universidad Autónoma Michoacana, tenía más de mil citas.
De acuerdo con Scopus, a la fecha cuenta con mil 787 y es nivel III en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII). Atragantado por el taco que estaba degustando y por el fuerte pronunciamiento de Lázaro, le comenté que revisara en Scopus el número de citaciones del doctor Cristóbal Noé Aguilar González. Con cierto dejo de duda se comprometió a hacerlo.
Minutos después de regresarme al hotel, me mandó un mensaje donde mencionaba con asombro que Cristóbal tenía en ese momento más de tres mil citaciones. Mencionaba que se quitaba el sombrero frente al director de Investigación y Posgrado de la Universidad.
Lo anterior lo cito, porque hace unos días recibí un comunicado de otros investigadores compañeros del doctor Cristóbal, donde un investigador de la India, Deepak Kumar Verma del Institute of Technology de Kharagpur, subió a sus redes la siguiente felicitación: “Profesor Cristóbal Aguilar González. Enhorabuena a usted por lograr más de 25 mil citaciones que resultan ser una piedra angular en su carrera de investigación. Su arduo trabajo, dedicación y devoción hacia la ciencia está dando cada vez más frutos a nuestra sociedad. #UAdeC #Mexico #India #IITKharagpur”.
Cabe mencionar que dichas citaciones se encuentran en Scopus, una base de datos prestigiosa y especializada en información científica en ciencias médicas, exactas, sociales, artes y humanidades, y cuenta con un impacto directo en la comunidad científica
Cristóbal Noe Aguilar González es un distinguido científico mexicano nacido en Saltillo, Coahuila en 1970. Es hijo de Micaela González Saucedo y Héctor A. Aguilar. Nació en el seno de una familia de seis hijos, siendo el quinto. Su formación académica incluye estudios de bachillerato en el Ateneo Fuente (1988), una de las instituciones de educación media superior más antiguas y liberales de México. Es Químico Farmacobiológico con especialidad en Bromatología (1992, UAdeC) ; Maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (1995, Universidad Autónoma de Chihuahua) ; Doctor en Biotecnología (2000, Universidad Autónoma Metropolitana); Estancia postdoctoral en Microbiología Molecular (IRD-Marsella, Francia) y en el Centro de Investigación de Carbohidratos Complejos de la Universidad de Georgia (EEUU).
Es líder de cinco grupos de investigación: 1) Bioprocesos y Bioproductos; 2) Biocontrol; 3) Recubrimientos y películas comestibles; 4) Candelilla y 5) Taninos y tanasas. Es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (desde 2014). Posee el Nivel III (2014 – 2033) del SNII. Pertenece al Consejo Central de la Asociación Internacional de Bioprocesamiento (2021-2025) y es Representante Internacional de la Red de Bioprocesamiento MX-LATAM. Su trabajo científico se centra en el diseño y aplicación de tecnologías microbianas y enzimáticas para el desarrollo de bioprocesos para Alimentos/Química.
En la UAdeC hay 380 investigadores que pertenecen al SNII. De ellos, trece están reconocidos por sus citaciones en Scopus: Cristóbal Noé Aguilar González (25,187), Héctor Arturo Ruiz (7,346), Juan Contreras Esquivel (7,377), Raúl Rodríguez Herrera (6,546), José Luis Martínez Hernández (7,278), Rosa María Rodríguez Jasso (5,731), Juan Ascacio Valdés (3,591), Carolina Flores Gallegos ((2,225), Mónica Chávez González, (2,021), Nagamani Balagurusamy (2,303), Leonardo Sepúlveda (1,352), Aidé Sáenz Galindo (1,569) y Anna Ilyna (1,255). Entre ellos Cristóbal Aguilar, Héctor Ruiz y Mónica Chávez cuentan con reconocimientos internacionales recientes. Con este nivel de trabajo, la UAdeC se consolida como una universidad influyente, porque además de la docencia, las universidades deben ser referentes de investigación y de impacto en el servicio a la comunidad.