La evidencia científica confirma que su ingesta no solo no sube el colesterol sino que, además, puede ser un factor protector
Ahora, es el momento, más que nunca, de recurrir a los alimentos básicos que, sin embargo, valen su peso en oro. Y eso es lo que ocurre con el huevo, un producto que este hoy 14 de octubre celebra su propio Día Mundial y que bien merecería el apelativo de superalimento si no fuera porque su sencillez y accesibilidad nos hacen verlo como algo simple.
Craso error, pues el huevo «es fuente de muchos componentes necesarios en nuestra dieta y beneficiosos para el organismo. Es el caso de la vitamina A (100 g de parte comestible aportan un 28,4% de la cantidad diaria recomendada), vitamina D (36%), vitamina E (15,8%), riboflavina (26,4%), niacina (20,6%), ácido fólico (25,6%), vitamina B12 (84%), biotina (40%), ácido pantoténico (30%), fósforo (30,9%), hierro (15,7%), cinc (20%) y selenio (18,2%)», detalla Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Y eso no es todo, ya que, tal y como añade Botella, «se considera un alimento proteico. Tiene las proteínas de mejor calidad, es decir, las que más se parecen a las que nuestro organismo necesita. Es importante su alta proporción de aminoácidos esenciales, los que no podemos fabricar y, por lo tanto, debemos obtener de los alimentos. Además, contiene casi todas las vitaminas (salvo la C) y minerales de gran interés (hierro, fósforo, selenio). Además, también contiene antioxidantes (selenio, vitamina E, carotenoides), ácido fólico y colina, necesarios para el buen funcionamiento del organismo».
Para todas las edades
A las características nutricionales que avalan al huevo se suma, además, que es asequible, pues, según los expertos, su riqueza nutricional va de la mano de una excelente relación calidad/precio, mucho más favorable que la de cualquier otro alimento a igualdad de valor nutricional. Y a eso hay que añadir una larga evidencia científica que valida su ingesta habitual. «Diversos estudios han demostrado que el consumo de huevos en edades tempranas aumenta los niveles de vitamina D, además, contiene luteína y zeaxantina, con efectos protectores frente a la degeneración macular asociada a la edad. Por tanto, el consumo de este alimento se podría extrapolar a todas las edades.