En una contundente columna para el diario ABC de España, Alfonso J. Ussía lanza una crítica feroz contra la proliferación de Starbucks, a los que considera un «síntoma inequívoco» de la «metástasis incurable» que acecha a los barrios tradicionales. Para Ussía, la apertura de un Starbucks no es un evento aislado, sino el presagio del «fin de un modo de vida», la disolución de las relaciones vecinales y la antesala de una «tropa» de negocios homogéneos que transforman irreversiblemente el carácter de la zona.
El autor desgrana el proceso de esta «invasión». Primero, la especulación inmobiliaria: los estudios de mercado de Starbucks buscan ubicaciones estratégicas para desplazar a los comercios locales, respaldados por fondos de inversión sin escrúpulos. Luego, la decoración artificiosa de estas cafeterías, que simulan una calidez falsa, y la práctica de preguntar el nombre del cliente al pedir el café, un intento burdo de imitar el trato personalizado del «bar de siempre». Ussía ironiza con pedir su café a nombre de «Empel Otas» para evidenciar la impersonalidad. Además, critica que fomentan el café «para llevar», promoviendo envases «ecocaros» bajo una falsa bandera de sostenibilidad.
La tercera consecuencia es la llegada de una nueva clientela: turistas, modernos, hípsters y «emprendedores» que, según Ussía, invaden el espacio para desarrollar sus «modelos de negocio», bajo el engañoso pretexto de «democratizar» los servicios. Finalmente, el autor arremete contra la baja calidad y alto precio del café: un americano cuesta alrededor de 30 pesos , y en Starbucks 60 pesos, además de que todos los cafés saben igual, sin importar su origen.
Lo más alarmante para Ussía es que la llegada de Starbucks arrastra consigo una oleada de otras franquicias (hamburgueserías, tiendas de «cosas que no sirven para nada» a precios de saldo), generalmente propiedad de los mismos fondos de inversión, que homogenizan el paisaje urbano. El columnista concluye que Starbucks es el principio del fin porque congrega a personas ensimismadas en sus dispositivos móviles, perdiendo la interacción social.
Alfonso J. Ussía (Madrid, 1983) es escritor por vocación. No podía ser de otra manera. Ha publicado columnas en El Confidencial y en The Objective. Colabora con la revista Ethic y tiene una sección en Onda Cero
