La iniciativa para que el castellano sea lengua oficial del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya (TIJ), junto al inglés y al francés, podría ayudar a frenar su pérdida de peso relativo
Por su parte, el Instituto Cervantes en su Informe de 2023 (El español: una lengua viva, elaborado por David Fernández y dirigido por la Dirección Académica del Instituto Cervantes) concluye que el grupo de usuarios potenciales de español en el mundo (cifra que aglutina al Grupo de Dominio Nativo, el Grupo de Competencia Limitada y el Grupo de Aprendices de Lengua Extranjera) hoy supera los 599 millones (el 7,5 % de la población mundial). Sin embargo, el crecimiento previsto de las grandes lenguas internacionales —inglés, español, chino y francés— indica que la pérdida de peso relativo de español será más acusada que la del inglés, ligeramente menor que la del francés y muy inferior a la del chino, cuya proporción de hablantes nativos se verá drásticamente reducida.
Así, aunque hacia 2071 se superarán los 718 millones de personas hispanoparlante, a partir de entonces se prevé que el número de hablantes de español se reduzca progresivamente hasta situarse en los 693 millones en el año 2100.
Hoy habla español el 7,5 % de los habitantes del planeta. No obstante, las proyecciones indican que, a pesar de que la comunidad hispanohablante crecerá en términos absolutos en los próximos cincuenta años, su peso relativo irá disminuyendo progresivamente de aquí a final de siglo, debido fundamentalmente a un descenso de la natalidad en los países hispanohablantes, que cederán definitivamente el testigo a otras regiones del planeta, como el África subsahariana o Asia central y meridional, como motores del crecimiento de la población mundial. En 2100, solo el 6,4 % de la población mundial podrá comunicarse en español.