Las feministas se congratulan del ascenso femenino en la vida pública del país, pero la agenda de la igualdad se mantiene en la incertidumbre
La lista de las mujeres que pululan estos días por la política mexicana es extensa. No ha habido en la historia del país un momento en que la misma palabra, política, resultara tan femenina. Usando el nombre de pila se visibiliza mejor: Claudia, Lilly, Xóchitl, otra Claudia, Beatriz, Luisa María, Alicia, Delfina, Alejandra… Todas ellas, por supuesto, tienen su apellido y su ideología propia, así que puede afirmarse, sin arriesgar, que el destino próximo de este extenso territorio, machista por demás, no estará en manos de una mujer, sino de varias. Cosa distinta será que asuman una agenda feminista y que se desempeñen con criterios distintos de los conocidos por siglos.