En un pequeño estudio llevado a cabo en Suecia en 2015, se les preguntó a 63 personas por sus experiencias de descanso. ¿Qué significa para ti descansar? ¿Cómo descansas? Cuéntame alguna experiencia de descanso concreta. Con las respuestas, la autora, Margareta Asp, profesora de Salud, Cuidado y Bienestar social en la Universidad de Mälardalen, sacó una serie de conclusiones: el descanso ocurre dentro de un ciclo en el que el otro elemento es el no descanso, el descanso significa olvidar las responsabilidades temporalmente, el descanso es sentir que te aceptan sin juzgarte, el descanso es la paz y la calma, el descanso es percibir sensaciones placenteras.
La mayor encuesta sobre el tema la llevó a cabo Hubbub, un grupo de investigadores en distintas áreas durante una residencia en The Wellcome Foundation, en colaboración con un programa de la BBC. Más de 18.000 personas de 134 países se tomaron una media hora larga para responder a las preguntas de The Rest Test. Entre los resultados preliminares, conceptos a los que asociaban el descanso (algunos evidentes, como agradable, positivo o necesario; otros alarmantes, más frecuentes entre mujeres, como difícil o culpable) y un ranking de actividades que relacionan con descansar. En el número 1 de esa lista, por encima de dormir (que es el número 2) está leer. En el top 10 están también observar o estar en un entorno natural, pasar tiempo en solitario, escuchar música o no hacer nada en particular, entre otros.
Un patrón que se repite al preguntarle a una persona qué es para ella descansar es aludir más al descanso mental que al físico. El título de un estudio cualitativo elaborado en 2009 por Carmen De La Cuesta-Benjumea, del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, sobre cómo percibían el reposo 19 cuidadoras de familiares con demencia es bastante claro al respecto: “Estar tranquila”: la experiencia del descanso de cuidadoras de pacientes con demencia avanzada. No es tanto que te releven unas horas, que también, como poder dejar de pensar o preocuparte, aunque sea unos minutos.