Israel tiene el derecho legítimo a ejercer su autodefensa ante los actos terroristas perpetrados por Hamás el 7 de octubre. Estos brutales ataques, que incluyeron el asesinato indiscriminado de civiles, incluyendo bebés, niños, adultos mayores y familias enteras, exigen una respuesta en una defensa justa para erradicar la amenaza constante que representa Hamás para los israelíes, los palestinos y la seguridad global.
Desde su establecimiento en 1988, Hamás ha abogado por la aniquilación de Israel y de los judíos. Esta organización terrorista ha llevado a cabo masacres y ataques indiscriminados durante años, recientemente infiltrando terroristas en territorio israelí, lanzando misiles y cohetes hacia los principales centros poblacionales del país, y tomando como rehenes a más de 190 personas inocentes en Gaza.
Ante aquellos que se niegan a que Israel pueda ejercer ese derecho, uno debe preguntarse: ¿Cuántos israelíes deben ser asesinados antes de que se reconozca este derecho, tal como se haría para cualquier otra nación en el planeta?