La semana pasada un grupo de estudiantes terminó las licenciaturas en Contaduría Pública, en Administración de Empresas con acentuación en Comercialización y en Administración con acentuación en Producción. Esto es, en sí mismo, la expresión más alta del trabajo que desarrolla la Universidad Autónoma de Coahuila como institución pública de educación superior, que por casi 65 años ha formado especialistas en distintos campos del conocimiento, como lo demanda el mercado laboral coahuilense en las diferentes regiones del estado. Ello, en el marco del Nuevo Modelo Educativo, que apuesta por la flexibilidad y además de una educación presencial según lo permita la pandemia, así como ofertas educativas en línea.
La situación que guarda la pandemia nos obliga a que, en las instituciones de educación superior, construyamos una presencialidad en las aulas que sea diferente a la de antes de la pandemia. Por una parte, lo más importante es romper el confinamiento obligado por la pandemia que trae consigo un sinnúmero de problemáticas y que nos impuso una educación en línea con estudiantes en aislamiento, que no tuvieron la posibilidad de convivir y conocer a sus condiscípulos, ni a sus profesores, y tampoco las instalaciones de sus escuelas. Pero el regreso ahora debe ser diferente. Hay que seguir cumpliendo con las indicaciones para enfrentar el virus del COVID-19 que nos sigue acechando. La educación por medios digitales, que llegó para quedarse, no debe ser con estudiantes aislados, que no conviven.
La máxima casa de estudios de Coahuila, se adaptó a los cambios que la sociedad registró en este tiempo, por ejemplo, diversas profesiones se han venido transformando, cambiaron también los perfiles de las personas estudiantes, se modificaron los planes de estudio, surgieron nuevas carreras y otras opciones en el nivel posgrado. La labor educativa es dinámica y para que cumpla sus objetivos debe estar atenta a los retos que se van presentando, para hacer así los ajustes necesarios, todo con el fin de seguir brindando una educación que responda a las necesidades de los procesos de automatización.
En los años recientes, un suceso inesperado modificó la práctica educativa, impactando de fondo el proceso de enseñanza-aprendizaje en los medios, las formas y los recursos para llevarlo a cabo. La pandemia de COVID-19 nos obligó a ser creativos, a adoptar otros métodos, nos hizo migrar del aula física al aula virtual; como resultado de ello tuvimos que emprender cambios más profundos porque nos dimos cuenta de que, a la vuelta de dos años, el mundo cambió; la emergencia de salud, por un lado, pero también por otro tipo de factores que tuvimos que tomar en cuenta para iniciar una profunda reforma a nuestro sistema de enseñanza.
La UAdeC emprendió entonces la Reforma Académica Universitaria que dio como resultado un Nuevo Modelo Educativo más adaptado al contexto actual, más orientado a las necesidades formativas del alumnado y a las exigencias que plantea el mundo laboral, así fue como se integró un nuevo perfil de egreso para las y los estudiantes. Hoy la UAdeC tiene los primeros frutos de esas profundas modificaciones con el grupo de egresados que, gracias a la flexibilidad del nuevo Modelo Educativo, pudieron adelantar un semestre y culminar su carrera en un tiempo más corto.
La UAdeC sigue avanzando en la capacitación de las y los docentes universitarios en el nuevo Modelo, con lo cual se verán beneficiados un mayor número de estudiantes. También está actualizando la normatividad universitaria que incluye toda la trayectoria académica del alumnado, a fin de hacer este proceso más eficiente, más flexible y adecuado a lo que las y los alumnos necesitan.
Este primer paso en la Facultad de Contaduría y Administración de la Unidad Torreón, es muy significativo porque impulsa la pronta incorporación de las y los jóvenes al medio laboral. El haber adelantado un semestre en la terminación de su carrera, lo cual es producto del nuevo Modelo, otorgará más ventajas al alumnado. Ahora pueden ingresar al mercado del trabajo en un tiempo más corto o bien continuar con un posgrado. Esto les permitirá una vida exitosa, de crecimiento permanente, de aprendizaje continuo ante un mundo cambiante que exige cada vez más la adquisición de nuevas habilidades y competencias.