La planta de Volkswagen en Puebla, uno de los motores de la industria automotriz mexicana con una producción diaria de 2.300 vehículos, está en el punto de mira de Estados Unidos. El Gobierno estadounidense, a través de su Departamento de Trabajo y la oficina de la Representación Comercial (USTR, por sus siglas en inglés), ha presentado una queja laboral a México bajo el amparo del TMEC, por supuestas violaciones a los derechos sindicales en perjuicio de sus más de 20.000 trabajadores. Según EE. UU., a los trabajadores de la instalación se les está negando el derecho a la libertad de asociación y negociación colectiva debido a la injerencia en las actividades sindicales de los trabajadores. Mientras se revisa esta solicitud, Estados Unidos ha suspendido la liquidación de aranceles sobre los productos manufacturados en esta factoría.
La planta de Volkswagen en Puebla es una de las más relevantes del sector automotriz en México, con más de 70 años de operación en el país y una producción anual de más de 349.000 vehículos, de los cuales más del 80% se destina a Estados Unidos. La fábrica emplea a más de 6.000 personas en sus líneas de producción y a otros 5.000 supervisores. El Gobierno mexicano deberá responder en los próximos días si acepta la petición de EE. UU. y, en caso de corroborar la violación de derechos laborales, tendrá un plazo de 45 días para remediar las supuestas violaciones. Esta es la queja laboral número 23 presentada por EE. UU. contra una empresa mexicana bajo el TMEC, destacando la vigilancia del Gobierno de Biden sobre la industria automotriz, como ya ha ocurrido en otras ocasiones con empresas como Teklas Automotive, Asiaway Automotive Components y General Motors.