Donald Trump tomó posesión como el 45º presidente de los Estados Unidos en una ceremonia celebrada en el Capitolio de Washington, D.C. Con un mensaje centrado en devolver el poder al pueblo y revitalizar la economía estadounidense, el magnate inmobiliario y estrella de la televisión se convirtió en el líder del país tras una campaña electoral marcada por la polarización.
En su discurso inaugural, Trump prometió priorizar los intereses de los ciudadanos estadounidenses, bajo el lema «Estados Unidos primero». Además, criticó a las élites políticas y aseguró que su administración trabajará para traer empleo, reforzar la seguridad nacional y reconstruir la infraestructura del país.
La ceremonia contó con la presencia de expresidentes, dignatarios internacionales y miles de asistentes, mientras se desplegaban estrictas medidas de seguridad. Las reacciones al evento fueron mixtas: mientras sus seguidores celebraban el inicio de su mandato, grupos de manifestantes expresaron su descontento en diversos puntos de la capital.
El inicio de la administración Trump marca un cambio significativo en la política estadounidense, con promesas de una postura más proteccionista en comercio, migración y relaciones internacionales.