El italiano, estuvo cerca de dar la gran sorpresa del torneo, pero cedió.
La sorpresa, con mayúsculas, sobrevoló Wimbledon: Novak Djokovic, el ganador de las tres últimas ediciones, 25 triunfos seguidos en las pistas del All England Club, estaba dos sets abajo. Han pasado casi 1.900 días desde su última derrota allí. Sólo esos números asustan a cualquiera y hacen al serbio favorito contra quien sea, lo que no quiere decir que su rival no tuviera capacidad para superarlo. Jannik Sinner lo tuvo cerca, contra las cuerdas, pero Novak es mucho Novak. La nueva generación ha demostrado que por tenis pueden plantar cara a los mejores, pero el paso mental final les cuesta darlo. El vértigo suele aparecer y a la que dudan, las leyendas demuestran por qué lo son. El bajón que sufrió el transalpino después de las dos primeras mangas le llevó a un quinto set en el que ya no tuvo demasiadas posibilidades: 5-7, 2-6, 6-3, 6-2 y 6-2.