La búsqueda de identidad basada en la individualidad ha tenido un impacto significativo en diversos sectores, incluido el diseño urbano. Este ámbito se ha transformado para convertirse en el espacio donde convergen diversidades de manera directa.
Esta evolución busca la creación de ciudades más conscientes y acogedoras, que incentiven la participación inclusiva de todas las personas.
En este contexto, el diseño urbano incluyente ha emergido como una filosofía de planificación y diseño esencial, con el objetivo de crear entornos urbanos accesibles y amigables para todos, sin importar sus características individuales.
Accesibilidad e integración para todos
El mayor desafío para el diseño urbano incluyente radica en lograr espacios verdaderamente accesibles para todas las personas, sin excepciones. Según el docente, es esencial eliminar las barreras físicas y sociales que puedan limitar la participación de ciertos grupos.
Así, la perspectiva inclusiva debe estar presente desde la planificación inicial para evitar soluciones segregadas que excluyan a personas con capacidades físicas, mentales, género o edad diferentes.