Las otras diez piezas emplumadas cosidas por los tupinambá de Bahía en el XVII permanecen en colecciones de museos europeos
Lo primero que impacta es la arrebatadora belleza de la delicada capa, el rojo intenso del plumaje de los ibis escarlata que los indígenas usaron en el siglo XVII para confeccionarla. El reverso cuenta otra historia, la sofisticada técnica de los tupinambá para crear esta pieza. El manto tupinambá regresa a casa, a Brasil, tras permanecer tres siglos expuesto en el Museo Nacional de Dinamarca, en Copenhague. La peculiar pieza se incorpora al Museo Nacional de Río de Janeiro, que construye con paciencia una colección que sustituya al valioso patrimonio etnográfico que ardió en 2018. Días después de que una comitiva de indígenas tupinambá llegada desde sus tierras, en Bahía, se reencontrara en privado con la capa, recibió la bienvenida oficial con todos los honores en una ceremonia presidida por Luiz Inácio Lula da Silva