Falta poco para que el PRI pierda uno de sus últimos bastiones, el estado de Hidalgo, que pasará a MORENA y en donde la Alianza por México no cohesionó como quizá lo haga en Durango.
Carolina Viggiano Austria de Moreira ha llegado forzada y casi por la fuerza, como López Obrador la tercera fue la vencida, aunque en esta oportunidad solo hablamos de la candidatura.
Su marido Rubén Moreira Valdés, ex de estas tierras coahuilenses y que a todas luces es la mano que mueve al PRI no podía negarle a su mujer la candidatura. Seis años más sería demasiado y además ¿cómo la mantendrían en la palestra? para poder seguir siendo vista por el electorado de su tierra.
Pero visto desde por acá no prendió ni con toda la astucia, experiencia electoral y mente calculadora de Rubén. La fotos mal seleccionadas y filtradas los muestran débiles y derrotados, los ojos ya no brillan en la atractiva cara de la candidata… ya se cansó y en las juntas de campaña no se nota la enjundia electoral que caracteriza a Rubén; también el desgaste ha hecho su trabajo en el poderoso líder priísta.
Para este equipo viene Coahuila el próximo año, ¿llegarán con la fuerza que Manolo necesita para dar el último estirón?, aunque apoyado por un PAN más débil y sumiso que nunca y un PRD invisible en Coahuila fuera de coaliciones y favores de Mary Thelma en favor del tricolor.
Coahuila está en el aire. Aquellos que ya se fueron ahí se deben quedar; las estrategias de Riquelme son las que podrían darle frescura a este nuevo candidato tricolor. Manolo tiene el apoyo de la base, pero la marca MORENA esta acechando cualquier tropiezo para tomar Coahuila.