«Mis valores morales no han cambiado», insistió la primera ministra estonia, Kaja Kallas. En solo una semana, el intocable control de Kallas sobre el cargo más alto del país y su credibilidad se derrumbaron.
¿Qué ha ocurrido? Los medios de comunicación revelaron que su marido pertenecía a un grupo de socios comerciales que seguían operando en Rusia, a pesar de su invasión de Ucrania. Tras afirmar en un primer momento que su empresa de camiones solo había ayudado a «un cliente estonio a cerrar su negocio ruso» y que estaban haciendo «algo moralmente bueno», empezaron a surgir nuevos detalles.
El cliente era una fábrica de aerosoles que pertenecía a uno de los socios. En lugar de devolver el equipo de la fábrica de Rusia a Estonia, la empresa de transporte continuó transportando materia prima a Rusia, obteniendo al menos 1,5 millones de euros de ingresos en los tratos.
Si Kallas no se hubiera erigido en faro moral en relación con la guerra de Ucrania en Estonia y en la escena mundial, se podría decir que esto es lo de siempre. Hace unos meses, Kallas instó a los empresarios locales a «encontrar su brújula moral» y restringir los lazos con Rusia. No fue una declaración aislada, sino que ha caracterizado su política desde el 24 de febrero de 2022. Ha sido una de las más firmes defensoras de las sanciones contra Rusia.
Ella misma no estaba implicada en el negocio y, siguiendo estrictamente la ley, no era ilegal. Sin embargo, muchos creen que sus acciones y declaraciones constituyen corrupción moral.
En primer lugar, trató de restar importancia al asunto. En segundo lugar, insistió en que el escándalo era una venganza de hombres blancos de mediana edad. En tercer lugar, se quejó de que estaba siendo acosada por los periodistas. Por último, anunció que los continuos vínculos comerciales de su marido con Rusia no son un problema en Occidente, pero sí en Estonia, porque el pueblo es muy exigente con los «valores morales» de su líder.
Al cierre de esta edición, seguía en el poder, aunque el 70% de la población quiere que dimita.