Desde carreras de perros hasta corridas de toros, pasando por espectáculos circenses, los animales han sido históricamente usados para el entretenimiento humano. ¿Hasta cuándo?
Aunque los seres humanos hemos usado a los animales como fuentes de entretenimiento deportivo durante milenios, las preocupaciones éticas y las preguntas sobre el bienestar de estos cada día crecen más.
«En Australia tenemos una gran carrera de caballos cada año, y cada vez hay más controversia, porque hay caballos que se caen, se quiebran las patas o mueren en la competencia», dice Heather Browning, profesora de filosofía en la Universidad de Southampton (Reino Unido).
Como hay mucho en juego, a algunos animales se les administran drogas o se les azota para que cumplan con el desempeño deseado. «Hay mucho dinero de por medio, así que obviamente hay entrenadores o veterinarios inescrupulosos que están dispuestos a llevar a estos caballos al límite», explica Joanna Grossman, del Instituto de Bienestar Animal de Estados Unidos.
Los animales sienten dolor
El grado de dolor, sufrimiento y miedo que pueden sufrir los animales ha sido objeto de acalorados debates durante mucho tiempo. «Todo el mundo está muy, muy seguro de que los mamíferos siente el dolor tal como lo sentimos los humanos. Tienen cerebros que son estructuralmente muy similares al nuestro», señala Browning, quien añade que hay también amplio consenso en que los pájaros y los peces son seres igualmente sensibles.
Algunos eventos deportivos populares basados en el desempeño de los animales ya han sido prohibidos en distintos países. Entre ellos se encuentran las carreras de perros, en las que los galgos persiguen un señuelo mecánico en una pista. Su práctica ha sido objeto de cuestionamientos por confinar a los animales a vidas solitarias en perreras, por sus brutales métodos de entrenamiento y por lo que sucede con los canes una vez que ya no sirven para la pista.
Espectáculos cada vez menos populares
Los espectáculos circenses en los que participan animales como elefantes, tigres, jirafas y leones también han enfrentado un creciente rechazo. Lo mismo ocurre con el uso de delfines y otros animales en espectáculos con especies marinas.
«Se abusa de ellos para que se comporten de acuerdo con lo que el entrenador quiere que hagan, porque eso no es algo que un animal salvaje y exótico haría por sí solo», explica Grossmann. «Así que es posible que tengas que golpearlos para obligarlos a hacer lo que quieres», agrega.
El uso de animales salvajes en circos ha sido prohibido en muchos países del mundo, incluidos Bolivia, Costa Rica, India e Irán. Sin embargo, sigue siendo legal en muchos países de Europa.
En 2021, un millón de ciudadanos de la UE pidieron prohibir en todo el bloque el uso de animales salvajes en grandes espectáculos, luego de que una investigación mostrara que casi el 90 por ciento de los animales salvados de circos europeos sufrían problemas de comportamiento o físicos como resultado de prácticas como la eliminación de sus garras.
Francia, el país de la UE donde la cantidad de animales para uso en circos es enorme, decidió prohibir esta práctica a partir de 2028. En Alemania, sin embargo, sigue siendo legal, pese a que los sondeos muestran que el 75 por ciento de los alemanes la rechaza.
«Los deportes sangrientos no tienen futuro»
Los deportes sangrientos como las corridas de toros, en las que un bóvido y un matador se enfrentan en un espectáculo público, son cada vez más controvertidos.
Aproximadamente 250.000 toros mueren en estos shows cada año, de acuerdo con Humane Society International. Grossman lo describe como «un deporte muy violento y muy cruel», cuyo objetivo «es simplemente aterrorizar a un pobre animal y luego matarlo». En su opinión, es un ejemplo «muy flagrante de sufrimiento innecesario e injustificado».
Las corridas de toros ya han sido prohibidas en muchos países donde eran populares, como Argentina, Canadá, Cuba, Italia y Reino Unido. Actualmente son legales apenas en ocho países, tres de los cuales están en Europa (España, Francia y Portugal) y el resto en América (México, Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia).
¿Se puede tener animales en el deporte de forma responsable?
«La forma en que se alojan y cuidan los animales juega un papel muy importante. La mayor parte de su vida la pasan sin practicar deportes, y muchos simplemente mueren cuando ya no son útiles. Por eso es vital regular estas prácticas», dice Browning. Pero no basta con crear leyes. «Necesitamos asegurarnos de que haya quienes inspeccionen su cumplimiento», añade.
También las redes sociales han ayudado a mostrar a la gente lo que ocurre tras bambalinas, afirma Grossman. Browning está de acuerdo, y sostiene que ver los abusos puede llevar a las personas a negarse a pagar por algo que se sustenta en la crueldad hacia los animales.