El debate oficial del IEC del pasado domingo indico un parteaguas en la encomienda electoral de Coahuila.
Para su análisis será necesario establecer los elementos de una ecuación que resulto un garapiñado que necesariamente influyo en el ánimo de los electores, inclusive de aquellos que ya habían simpatizado con las marcas políticas que se presentan y que con el espectáculo cambiaron de opinión.
Los jueces: el IEC definitivamente cumplió con el cometido al no solamente organizar un debate con dotes de imparcialidad, sino en la selección de los moderadores y los temas sugeridos por la ciudadanía, aunque dicen los asistentes que un área de oportunidad fue la asignación de lugares y que al fin de cuentas no fue posible respetarlos.
Los asistentes: obviamente cada candidato engrosó sus porras y acompañantes, inclusive había de lo más granado de los funcionarios de la administración estatal arropando al candidato oficial y así ir ganándose un lugar en el presupuesto.
El comportamiento de las porras trato de ser organizado por Javier Solorzano, quien antes del inicio del evento invitó a corear a los candidatos para evitar que ya en el debate, se caldearan los ánimos, sin embargo, al mencionar uno de los debatientes que no existía el moreirato, se armó la juerga y la gritería, la risa colectiva y aquello fue el acabose.
Los candidatos: 1.- Lenin, la UDC y el Verde. Con un discurso centrado y pleno dominio de los temas que le fueron planteados, aunque sin propuestas concretas, su participación acarreo la sospecha de estar en negociación con otro candidato para el caso de ofrecerse por aquello de que las encuestas estén fallando y al fin la diferencia sea menor a 5 o 7 puntos porcentuales y entonces tirar la línea a sus huestes.
2.- Guadiana y Morena. – Desubicado, aventando escopetazos a ton y son, con ocurrencias más que propuestas, llego al zenit de su incompetencia como candidato de un partido que es hoy gobierno y que ha demostrado tener seguidores leales en Coahuila, partiendo de cero. Con bromas mal planteadas y ocurrencias como la de hacerse el dormido cuando Mejía hablaba, llego al extremo del ridículo y lo hizo perder adeptos, aunque esa tal vez haya sido su intención.
3.- Manolo, el PRI, lo que queda del PAN y los 3 sobrinos y la comadre del PRD. – Manolo se llevó la peor parte, algo les falló a sus asesores que presumen de ser políticos de carrera que le escribieron un formato que se paso leyendo, en un ejercicio que pareciera que estaba en un informe de gobierno y no en un debate.
Los temas planteados en nada le ayudaron, aun cuando traía propuestas concretas, esto porque representa la continuidad por el mismo anunciada y por lo tanto más deuda, más inseguridad local, menos agua y paupérrimo desarrollo.
Calló cuando lo atacaban de manera inmisericorde los candidatos de Morena y PT y tuvo que ser auxiliado por vía telefónica, aunque el formato lo prohibía (¿llamada desde la casa de sierra nevada? Haya cosa sus asesores lo están hundiendo.
4.- Mejía y el PT.- declarado ganador de la contienda (no hay parte oficial), el lagunero fue certero en los dardos envenenados contra Guadiana y no se diga Manolo. Información precisa, sustanciosa que al fin de cuentas no acabó del todo la intención, si mermó el ánimo de los simpatizantes de los atacados. Sin pelos en la lengua no dejó títere con cabeza, pero no concretó sus propuestas como luego lo hizo en el segundo debate. Se sabe que trae mucho material en el morral que ya mostró que posee.
Le está apostando a la capacidad de remontar.