La falta de capacitaciones tecnológicas impide acceder a nuevas posiciones, incluso limita el aumento de sueldo.
En los últimos años se ha impulsado que el 30% de los puestos de liderazgo (consejo de administración, direcciones generales y puestos ejecutivos) sean ocupados por mujeres; sin embargo, establecer cuotas de género es un tema que ha causado ruido tanto en empresas como en colaboradores, pues establecer un porcentaje de representación podría conllevar a que las mujeres lleguen a los puesto solo por cubrir una cuota.
Lourdes Ocampo, profesora de EGADE Business School dice que esta estrategia ayuda a que las mujeres tengan más oportunidades en puestos directivos, incluso da visibilidad del porcentaje de mujeres líderes y si existe algún problema de género.
La especialista recordó que se ha establecido el 30% porque es un porcentaje para visibilizar cualquier minoría: razas, género, retos de movilidad, de diversidad, entre otras. “Sin ese 30% no se invisibiliza las necesidades de las personas, no te das cuenta de lo que se necesita hasta que hay personas que tienen esa característica en común en tu organización. Por ejemplo, no te das cuenta de que no tenías baños con las condiciones adecuadas para las personas con sillas de ruedas”.
El Instituto Mexicano para la Competitividad y el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (Cimad) del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa señalan que contar con 30% de mujeres en las posiciones de liderazgo ayuda a incrementar hasta 15% la rentabilidad de las empresas.
Lo importante de esta estrategia es que los puestos se brinden de acuerdo al talento y las capacidades del candidato, no solo por cumplir una cuota. Además, ayuda eliminar prejuicios, pues se diseñan programas y evaluaciones por competencias y no por género.
Lo anterior permite tener un ambiente diverso, pues no solo le brinda la posibilidad a las mujeres de que ingresen a puestos directivos, también le abre la oportunidad a talento LGBTQ+.