El dolor de espalda, fruto del exceso de peso de las mochilas escolares, se ha de atajar desde dos frentes: reduciendo la carga y fortaleciendo la musculatura. El problema es que el sedentarismo infantil no ayuda.
En la era digital, cuando llevamos decenas de miles de libros cargados en un dispositivo electrónico más ligero que un solo libro de papel, la mayoría de los escolares siguen cargando con varios kilos de libros en formato de papel a sus espaldas. Más allá de qué es lo que puede justificar tal despropósito, y ciñéndonos a lo que la realidad impone.