En la columna «Historia de poder» del 17 de enero pasado, publicada en este espacio, se lee: «Para ingresar a las grandes ligas y ser presidenciable se necesitan padrinos poderosos. Humberto Moreira lo entendió (…)». El texto narra la forma como el exgobernador de Coahuila se relacionó con el expresidente Carlos Salinas de Gortari, Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño de El Universal, y Miguel Rincón Arredondo, cabeza del Grupo Bio Pappel. El primero fue testigo de su boda civil. Los otros dos son sus compadres de bautizo y amigos del cardenal Norberto Rivera Carrera («el pastor del poder»), quien, como arzobispo primado de México, impartió el primer sacramento.
Más adelante, el texto dice: «El vínculo con Salinas de Gortari y Rincón puso en las manos de Moreira una palanca y un salvavidas. La primera le permitió entrar al círculo de Enrique Peña Nieto, otro de los asistentes a la boda, celebrada el 21 de diciembre de 2007 en la misión franciscana de Guerrero, Coahuila. Con el flotador ganó la indulgencia de López Obrador, quien también es compadre de Rincón, principal fabricante de papel en el país». Después de ser defenestrado como líder del PRI, por el escándalo de megadeuda, «La pesadilla (de Moreira) continuó en España donde la Policía Nacional lo detuvo bajo cargos de lavado de dinero. Las investigaciones contra el exgobernador se iniciaron en Estados Unidos».
Sobre las declaraciones del exsecretario de Finanzas de Coahuila, Javier Villarreal, ante el jurado de la Corte de Distrito Este de Nueva York, en el sentido de que Moreira sirvió de intermediador a Genaro García Luna para pagar 25 millones de pesos mensuales a El Universal, a cambio de no publicar información negativa, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió en la rueda de prensa de este martes «no hacer juicios anticipados». Si los enemigos de la 4T son los enemigos de AMLO, ¿entonces los compadres de sus compadres (Moreira de Rincón) también son sus compadres?
Nadie se había olido que Villarreal reaparecería en la Corte neoyorquina donde se lleva el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón ni mucho menos que exhibiera una factura por 11.5 millones de pesos pagados por el Gobierno de Coahuila para cubrir una parte del compromiso de García Luna con el periódico del compadre de Moreira. Ambos, el exgobernador y Ealy —sobrino del exgobernador Nazario Ortiz Garza— han refutado al testigo, artífice del «moreirazo». De acuerdo con Villarreal, en el sexenio 2005-2011 «Se hicieron muchísimos pagos por coberturas, no solo en Coahuila, sino también a nivel federal».
El testimonio sobre el presunto soborno a El Universal fue suprimido por el juez de la Corte de Distrito, Brian Cogan, por no tener «evidencia probatoria relacionada con el crimen». Según la defensa de García Luna, la Fiscalía trataba de influir en el jurado. Sin embargo, el tema es delicado y tendrá repercusiones en México. El secretario de Seguridad Pública, por lo visto, tenía agendas y celebraba tratos a espaldas de su jefe. La relación de Moreira con Calderón se caracterizó por el encono y los golpes bajos. Durante la administración del exlíder del PRI, en Saltillo aparecieron bardas sobre el supuesto alcoholismo del mandatario panista. Calderón es enemigo común de AMLO y de Moreira. El líder de la 4T ha utilizado en las mañaneras videos del exgobernador donde ataca y hace burla del presidente que, según AMLO, lo exoneró por el caso de la deuda como parte de las negociaciones con Peña Nieto.