Absurdo que, dada la cercanía del subsecretario de Seguridad Ricardo Mejía con el Presidente López Obrador, nada le hayan dicho por rebelarse contra la ya oficial candidatura morenista de Armando Guadiana al Gobierno de Coahuila.
En tales circunstancias es válido especular, preguntarse cuál es el objetivo del Presidente al permanecer impávido ante la rebelión de uno de sus funcionarios de confianza que pone en riesgo el triunfo de Morena el próximo junio.
Quizá ensaya la estrategia de una bien controlada “oposición” que, corregiría la impensable herejía de que contradijera la voluntad presidencial la Gran Encuesta del Otoño del 23. Confirmaría el principio del Filósofo de Güemez: “aquí hay democracia, y el Jefe es mayoría”.