Según filtraciones recientes, los planes del nuevo dueño pasan por reducir el personal actual a la mitad. Los empleados ya han presentado una demanda contra el proceso.
Twitter se va a deshacer este viernes de buena parte su plantilla. Horas antes, el nuevo dueño de la compañía, Elon Musk, ha ordenado el cierre de la sede de la empresa, cuyo acceso ha sido restringido para todos los empleados. Así lo ha comunicado la empresa en un correo electrónico interno, según ha adelantado Bloomberg. Los trabajadores ya han presentado una demanda contra este proceso, que consideran que no ha cumplido en tiempo y forma.
Este despido masivo se enmarca dentro del plan de Musk para ahorrar 1.000 millones de dólares al año, una cantidad muy similar a la que se estima que tiene que devolver anualmente a los bancos que le prestaron dinero para la compra de Twitter.