China ha confirmado una sorprendente característica de su portaviones más avanzado: su catapulta electromagnética, un arma que se creía imposible en un barco de propulsión convencional
El Fujian es el tercer portaaviones del ejército chino y el primero construido con un diseño propio. Tras su viaje inaugural del pasado mayo, el portaaviones ya ha concluido su segunda travesía de prueba por mar a principios de este mes. Ahora, la televisión estatal china, CCTV, ha compartido nueva información sobre sus características. El portaaviones, aseguran, es el más grande del mundo con propulsión convencional.
China continúa su plan de construir una potente fuerza naval que le pueda plantar cara a EEUU en el Pacífico. Pekín cuenta con que el Fujian esté operativo en un par de años
Más potencia de lo que se pensaba
La gran diferencia del Fujian con sus rivales estadounidenses es que no está alimentado por energía nuclear. Esto, en principio, limita su capacidad estratégica y resistencia en el mar, ya que sus turbinas requerirán cargar combustible.
Sin embargo, China niega que el uso de propulsión convencional sea un problema. «La llegada del Fujian no solo ha desacreditado, con su fuerza, la teoría de diseño de que sólo los portaaviones de propulsión nuclear pueden utilizar catapultas electromagnéticas, sino que también ha elevado a otro nivel las capacidades de combate de los futuros portaaviones de fabricación nacional», afirmó la CCTV.
El mayor portaviones del mundo
«El Fujian es actualmente el mayor portaviones convencional del mundo por desplazamiento», aseguró la CCTV. «En cierto sentido, cuanto mayor es el desplazamiento del portaaviones, mayor es su potencia de combate».
El nuevo portaaviones tiene aproximadamente 315 metros de largo, unas dimensiones similares a los antiguos portaaviones rusos de la clase Kutznetsov en poder de la Armada china —el Liaoning y Shandong— y los portaaviones americanos de la clase Kitty Hawk de la Marina, que mide unos 319 metros de longitud y desplaza alrededor de 83.000 toneladas.