Sigue escalada de guerra arancelaria con EE.UU.
En un nuevo capítulo de la creciente guerra comercial entre China y Estados Unidos, Pekín ha ordenado a sus aerolíneas que detengan las entregas de aviones Boeing y suspendan la compra de equipos y piezas a empresas estadounidenses. Esta medida responde a los altos aranceles impuestos por EE.UU. a productos chinos, intensificando la tensión entre ambas potencias.
La decisión de China, revelada por Bloomberg, pone en jaque a Boeing, uno de los mayores exportadores estadounidenses, y señala al sector de la aviación como uno de los más afectados por la disputa. La empresa, que ya había visto disminuir sus ventas a China desde 2019, ahora enfrenta la posibilidad de perder aún más terreno frente a competidores como Airbus y la estatal COMAC.
Esta escalada se produce tras el anuncio de «aranceles recíprocos» por parte de EE.UU., que han alcanzado un gravamen total del 145% sobre las importaciones chinas. En respuesta, Pekín elevó sus aranceles a productos estadounidenses hasta el 125%. Expertos advierten que esta situación encarecerá las piezas y materias primas para empresas estadounidenses de diversos sectores, afectando su competitividad.
A pesar de que EE.UU. dejó sin gravar algunos productos tecnológicos chinos, la amenaza de aranceles futuros a semiconductores persiste. China ha instado a Washington a cancelar por completo los gravámenes, argumentando que «nadie gana en una guerra comercial». La situación continúa siendo volátil, con posibles repercusiones significativas para la economía global.