El piloto mexicano apena logra el octavo sitio en una carrera en la que estuvo marginado de la punta y pierde el subcampeonato del Mundial de la Fórmula 1.
Para la legión de aficionados de Checo Pérez hay fines de semana para el olvido. Imola 2024 se incluye a la lista. El piloto mexicano se quedó con la octava posición, en un Gran Premio en el que quedó en la sombra de la parte media de la parrilla de la Fórmula 1. Tras siete carreras, esta fue la más irregular y en la que peor posicionado ha quedado.
El viernes la cosa pintaba ligeramente bien para el mexicano cuando en la práctica finalizó cuarto. En la segunda prueba retrocedió hasta el octavo y en la última práctica registró el decimosegundo mejor tiempo. La clasificación lucía complicada para un mexicano que terminó fuera de pista. El de Red Bull apenas si alcanzó el undécimo puesto de arrancada, algo que recordó al año pasado donde Pérez sufrió demasiado los sábados de clasificación.
Ya en la carrera, el mexicano pudo alcanzar en la primera vuelta el décimo puesto, insuficiente para el potencial del auto y ante los rivales que tenía por delante: Yuki Tsunoda, Nico Hulkenberg, Lewis Hamilton y George Russell. Pasaron más de 10 vueltas y poco pudo hacer el mexicano para acortar distancias. El propio mexicano reconocía el sábado que era muy difícil adelantar en el circuito italiano. Escaló en la lista de posiciones gracias al cambio de neumáticos.