Los economistas basamos las predicciones en modelos, los cuales son representaciones abstractas de situaciones o fenómenos. Cuando se desarrollan los análisis económicos, con el fin de predecir lo que sucederá, se consideran distintos factores, los cuales son llamados endógenos, sin embargo, existen un sinfín de factores que no se consideran en los modelos, principalmente porque se desconoce de su existencia o de que sucederán, ejemplos de ello es el recrudecimiento del conflicto entre Hamas e Israel o bien la intensidad del daño que ocasionó Otis en Acapulco, a estos factores les llamamos exógenos. Por ello es muy común que los economistas digamos “ceteris paribus”, cuyo origen es el latín y tiene el significado “si todo lo demás permanece constante”.
Para el 2024 la economía mexicana tiene un pronóstico, según Banxico, para crecer 3%, aunque es menor al crecimiento experimentado en el 2023, el cual fue del 3.5% y es un porcentaje muy alejado al crecimiento idóneo del 6%, no deja de ser positivo todo crecimiento de la producción de una economía.
Se estima que la inflación siga bajando para terminar en diciembre del próximo año con un aumento en los precios del 4%. Por su parte las tasas de interés, en EUA y de manera simultánea en México, empezarán a bajar en el mes de mayo, acción que provocará incrementos en el consumo e inversión directa.
Con el “nearshoring” la economía mexicana encontrará, en el 2024, un impulso muy fuerte, debido a la desglobalización y los cambios geopolíticos que estamos atravesando en el mundo. Generando además de inversión, empleos y entrada de capitales extranjeros con los cuales se logrará que el peso siga por debajo de la barrera de las 20 unidades por dólar.
En lo que se refiere al empleo, tendremos al final del año 2024, 718 mil nuevos puestos de trabajo, sin embargo, hay gran expectativa por 3 reformas laborales que se aplicarán a partir del 1 de enero: Condiciones de seguridad y salud para el trabajo a distancia, Nueva tabla de enfermedades por trabajo y la nueva manera de Acceso al crédito Infonavit si no eres empleado. Quedando en el limbo la gran reforma referente a la reducción a 40 horas por semana de la jornada laboral.
En el 2024 la economía mexicana seguirá avanzando, aunque no a pasos agigantados, incluso a pasos más pequeños que el año anterior, por supuesto siempre y cuando “ceteris peribus”.