La penúltima trinchera del PRI ya está también en manos de Morena. Una victoria prácticamente cantada pero no por ello menos relevante. Casi 100 años de rodillo priista acabaron este domingo en el territorio más poblado del país, el mayor granero electoral, considerado el oráculo donde mirar antes de las presidenciales del año que viene. De hecho, pasada la batalla del Estado de México, ya todos miran a la cita definitiva de 2024, aunque desde lugares antagónicos. Morena, más fuerte y preparando ya la alfombra para elegir a su candidato. La oposición, con más dudas y pendiente aún de encontrar un liderazgo que, al menos, esté a la altura.