Los grandes incendios desatados en el país este año han calcinado unos 3,8 millones de hectáreas y aún hay 400 activos y unos 200 fuera de control.
Como ha subrayado Bill Blair, ministro de Seguridad Pública y Preparación para Emergencias de Canadá, la superficie calcinada habría alcanzado unas 15 veces el promedio de la última década.
Son cifras apabullantes que, lamentablemente, no dejarán de crecer en el corto plazo. En todo el país hay activos unos 414 incendios forestales, de los que, al menos, 239 están fuera de control. Entre las más afectadas se encuentra la provincia oriental de Quebec, donde unos 160 fuegos activos han impactado sobre su infraestructura crítica (carreteras, líneas eléctricas) y han obligado a evacuar a cerca de 10.000 personas.
Lo llamativo es que este año se han desatado en una zona del país poco habituada a esta oleada tan extrema de incendios. Como recoge Reuters, estos fenómenos son más habituales en las provincias del oeste de Canadá, pero este año las llamas se han multiplicado por la región este. Y es poco habitual porque esta zona está fuertemente influenciada por el Océano Atlántico Norte, que lleva mayor humedad y temperaturas más moderadas que en muchas otras partes del país. No obstante, hay incendios, pero son mucho menos importantes que los desatados en el oeste.