Para EsDesign, el mayor aporte del diseño urbano incluyente no se limita a soluciones tecnológicas puntuales, sino a un cambio de perspectiva. Es esencial considerar la inclusión como un factor desde los cimientos del diseño.
Lo anterior implica pensar más allá de las personas con discapacidades y considerar otros grupos históricamente marginados, como los niños y adolescentes. La inclusión se convierte en un condicionante inicial, donde el diseño busca integrar a todas las personas en un espacio común que promueva la convivencia y la interacción.
«En la actualidad, las jóvenes generaciones se encuentran en una constante búsqueda de su propia identidad basada en su individualidad. Este fenómeno ha desencadenado una poderosa ola de inclusión social colectiva que se ha convertido en un elemento esencial para el desarrollo de cualquier sociedad moderna», agregó el experto.
Rivera concluyó que la tendencia no solo tiene un valor ético innegable, sino que también cumple una función crucial al reconocer, valorar y respetar la diversidad de cada individuo.