El último censo confirma, tras 150 años, un cambio de mayoría racial que obedece a causas demográficas, pero también a las políticas de acción positiva
Los datos del último censo confirmaron, a finales de diciembre, un relevante cambio que probablemente moldeará la sociedad brasileña en las próximas décadas. Por primera vez en siglo y medio, los que se definen como mestizos (45%, 92 millones de personas) han superado a los blancos (43%, 88 millones) como el grupo racial más numeroso. Supone un sorpasso que culmina una profunda transformación en el modo como los brasileños se definen en términos étnico-raciales. Aquí cada cual elige entre las casillas oficiales: mestizo (en portugués, pardo), blanco, negro (preto), indígena y amarillo (descendiente de asiático).
La antropóloga Lilia Schwarcz, 66 años, que se define como blanca, es una de las grandes historiadoras brasileñas y estudia la cuestión racial desde hace décadas. “La verdad es que los mestizos siempre fueron mayoría. Creo que la actual clasificación revela políticas de auto-orgullo de una sociedad que durante mucho tiempo estuvo bajo la influencia de políticas de blanqueamiento. Se definía como más blanca y ahora pasa a definirse como mestiza”, explica. Durante décadas, quien estaba en el limbo marcaba blanco, asociado históricamente a lo bello, a lo positivo, frente a todo lo negativo que aún se asocia con el negro, desde las listas negras hasta denigrar.