El presidente de Estados Unidos llama a evitar una guerra a gran escala, mientras Israel intensifica sus ataques contra Hizbulá.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo un llamado este martes a evitar una «guerra a gran escala» entre Israel y Líbano, asegurando que «no beneficia a nadie». Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, instó a dar una oportunidad a la diplomacia, resaltando que aún es posible encontrar una solución pacífica al conflicto.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que Israel continuará sus ataques contra el grupo chií Hizbulá, tras dos días de intensos bombardeos en el sur y el este de Líbano. Netanyahu subrayó que su conflicto es con Hizbulá, no con el pueblo libanés, y advirtió a los civiles de evacuar las áreas donde se almacenen misiles y cohetes.
Hasta el momento, los ataques han dejado más de 550 muertos y 1,800 heridos en Líbano, incluyendo mujeres y niños. Israel ha atacado objetivos clave en Beirut, así como municiones que, según afirma, Hizbulá esconde en zonas civiles. En los bombardeos recientes, murió el comandante de Hizbulá Ibrahim Muhammad Kabisi, responsable de la unidad de misiles del grupo.
El conflicto, que comenzó el 8 de octubre con ataques de Hizbulá en solidaridad con las milicias palestinas de Gaza, ha provocado la muerte de más de 700 personas, la mayoría en Líbano. En Israel, 52 personas han fallecido, incluyendo civiles y militares, víctimas de ataques en la región norte y en los Altos del Golán.