Ciudades ucranianas como Kiev, Járkiv, Jersón y Mariúpol han sido objeto de intensos ataques por parte de las fuerzas rusas en las últimas semanas.
En la última de ellas se han producido algunos de los bombardeos más graves, como el de la semana pasada sobre una maternidad y hospital infantil o el de un teatro que servía de refugio este miércoles.
Los graves sucesos llevaron al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a calificar a Vladimir Putin como «criminal de guerra».
Es la primera vez que Biden utiliza este término para describir al presidente ruso.
Cuando se le pidió una aclaración a la Casa Blanca, la portavoz Jen Psaki dijo que los comentarios del presidente «hablan por sí mismos».
«Habló desde su corazón, por lo que hemos visto en televisión, que son acciones barbáricas de un brutal dictador con la invasión a un país extranjero», explicó Psaki.
De acuerdo a la agencia de noticias rusa Tass, el Kremlin reaccionó de inmediato y tildó los comentarios de Biden de «retórica inaceptable e imperdonable».