¿Qué es el beta-glucano?
Para controlar los niveles de colesterol, que pueden aumentar hasta un 15% tras las fechas navideñas según un estudio publicado en la revista Atherosclerosis, la práctica de ejercicio físico frecuente es fundamental, al igual que seguir una alimentación saludable. En esta, además de las frutas y verduras, juegan un papel importante determinados productos, como el salvado de avena, rico en beta-glucano.
El beta-glucano es un tipo de fibra soluble que se encuentra de forma natural en la avena y la cebada. Se trata de una fibra que forma geles viscosos en el tracto gastrointestinal, lo que hace que se retrase el vaciamiento gástrico, se enlentezca la digestión y aumente la eliminación de los ácidos biliares por las heces, por lo que disminuye la absorción del colesterol procedente tanto de los alimentos como de la bilis.
Desde un punto de vista cardiovascular, este es uno de sus efectos más beneficiosos, el de reducir los niveles de colesterol LDL, popularmente conocido como “colesterol malo”. De hecho, numerosos estudios avalan la inclusión en la dieta, de forma regular, de al menos 3g de beta-glucano de avena por los efectos beneficiosos sobre las cifras de colesterol en sangre en la población, especialmente en las personas con hipercolesterolemia. El efecto reductor del colesterol sanguíneo del beta-glucano se debe, principalmente, a su capacidad para disminuir la absorción de colesterol dietético y la recaptación de los ácidos biliares.
Además, al ser una fibra procedente de los cereales, también contribuye a reducir la subida de glucosa en sangre después de comer. Otro de sus beneficios es que tiene un efecto inmunomodulador, ejerciendo un efecto antioxidante. También se ha observado que aumenta la resistencia frente a procesos infecciosos y que ayuda a un buen funcionamiento del intestino. Por otra parte, ayuda en el control del peso porque disminuye la absorción de grasas en el intestino y crea una sensación de saciedad.